Las funciones y herramientas del dermatólogo se han incrementado en los últimos años; algunos ejemplos son la dermatología estética, la inteligencia artificial, la teledermatología y el uso de redes sociales. Estos junto con la industria farmacéutica o la cosmética son origen de problemas bioéticos. El objetivo de la presente revisión narrativa es identificar los problemas bioéticos de la práctica dermatológica y señalar las soluciones que se han propuesto. Para ello, se han realizado búsquedas en PubMed, Web of Science y Scopus y evaluado los principales códigos deontológicos españoles y americanos de médicos y dermatólogos. Los autores recomiendan declarar el conflicto de interés, respetar la autonomía, confidencialidad y privacidad del paciente. La dermatología estética, venta de cosméticos, inteligencia artificial, teledermatología y uso de redes sociales pueden ser adecuados si se cumplen con los mismos estándares que en la práctica habitual. Es necesario la actualización de los códigos deontológicos a las novedades.