La alopecia es un efecto generalmente transitorio del tratamiento con citostáticos, generador de una importante repercusión emocional en el tratamiento contra el cáncer, muchas veces responsable de rechazo de distintas maniobras terapéuticas. Si bien en la mayoría de los casos es reversible, esto puede involucrar meses, amplificando el impacto, sobre todo psicológico, de los tratamientos. En los últimos años han surgido estrategias con gorras de frío, o «scalp cooling system» que buscan prevenir, o al menos limitar, este efecto adverso, con resultados que se han mostrado promisorios. El objetivo de esta revisión es analizar la evidencia con la que contamos respecto a los efectos y eficacia de este tipo de técnicas que han empezado a inmiscuirse dentro de nuestra práctica clínica diaria.