Introducción
En enero del 2019 la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid publicó una guía acerca del uso de antimicrobianos en niños con tratamiento ambulatorio. El objetivo de este trabajo fue estimar la adecuación de la prescripción de antimicrobianos al alta desde el Servicio de Urgencias Pediátricas (SUP) en pacientes con enfermedades infecciosas, tomando como referencia esta guía regional. Secundariamente, se estudió la variación en la adecuación según el diagnóstico realizado y el facultativo prescriptor, y se valoró la concordancia entre dicha guía y los protocolos del centro.
Material y métodos
Estudio observacional, descriptivo y retrospectivo en el que se incluyó a pacientes de 0-16 años con diagnóstico al alta del SUP incluido en la guía regional, entre marzo del 2018 y febrero del 2019. La prescripción se consideró adecuada cuando lo era la indicación, y en su caso, el fármaco elegido, la posología (dosis, intervalo y duración) y la vía de administración.
Resultados
Se obtuvo una muestra de la que se analizaron 648 procesos infecciosos, siendo tratados con antimicrobianos 165 (25,5%). En 23 procesos no pudo evaluarse la adecuación a la guía por ausencia de algún dato posológico de la prescripción de antimicrobiano. El manejo terapéutico fue adecuado globalmente en 550/625 procesos (88,0%). En los procesos tratados con antimicrobiano, la adecuación fue de 70/142 (49,3%), sin encontrarse diferencias estadísticamente significativas entre facultativo prescriptor. El motivo de inadecuación más frecuente fue el error posológico (26,3%). Infección urinaria, conjuntivitis y otitis media aguda fueron las entidades clínicas con peor adherencia (el 44,4, el 50,0 y el 52,2% respectivamente) y en las que existió una mayor discrepancia entre guía y protocolos (κ=0,308; κ=0,000; κ=0,586).
Conclusiones
La adecuación a las guías de referencia del manejo de procesos infecciosos en el SUP de nuestro centro fue elevada, pero fue inferior al 50% cuando se precisó tratamiento antimicrobiano. El grado de adecuación a los protocolos del centro fue mayor que a la guía de la Comunidad de Madrid, revelando una discrepancia entre ambos que debería ser analizada y corregida de acuerdo con la evidencia científica disponible.