El pasado 5 de julio, el Parlamento Europeo aprobó la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales con el objetivo de regular el entorno en línea, limitar las prácticas desleales de algunos gigantes tecnológicos, obligándolos a una mayor transparencia y responsabilidad, así como evitar la difusión de contenido ilícito.
Estas regulaciones no serán de aplicación inmediata, aún habrá que esperar muchos meses para que entren en vigor, y hay dudas de que puedan garantizar realmente los derechos de propiedad intelectual en la red.